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sábado, 17 de septiembre de 2011

Yo no escogí enamorarme de ti, pero la primera vez que te bese nuestros dientes se rozaron por una milésima de segundo y fue increíble y la hora exacta de ese beso eran las 12.10, quité la pila del reloj para que se quedase la hora detenida para siempre, parada...en el minuto exacto que me besaste, estaba está metido en un reloj para siempre...y ya nunca sé qué hora es pero me da igual y desde entonces miro constantemente el reloj.

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